jueves, 18 de abril de 2013

Un gran aliado del cine de autor y de Seminci, en peligro de extinción

Si nadie lo remedia (los milagros son cada vez más difíciles en nuestro país) en unos días se consumará una de las mayores tragedias imaginables en la cultura de España y del cine en particular: el cierre del 90 por ciento de las salas de exhibición de Alta Films, empresa de la que es propietario Enrique González Macho, a quien en la pasada edición de SEMINCI entregamos una merecida Espiga de Oro de Honor por su apoyo al cine de autor español y europeo, en general, y a  nuestro festival en particular. De las 200 salas de que disponía la empresa solo quedarán, en breve, unas 20, básicamente en Madrid capital y en Barcelona. Alta Films, empresa modélica en España en lo que a distribución y exhibición de cine de autor se refiere, mantenía una cadena de cines donde aún se podían ver películas en versión original y en las que nunca faltaban las mejores películas de cine de autor europeo y español.

González Macho, junto a su hijo Enrique González Khun y un gran equipo de profesionales, buscaba las mejores películas independientes, de autor, para distribuirlas en España, primero, y luego exhibirlas. En ocasiones incluso arriesgaban importantes cifras de dinero para participar en la coproducción de películas (sobre todo españolas) para hacerlas posibles, primero, para asegurarse su distribución y posterior exhibición. Y por encima del negocio, la familia y su equipo demostraban una y otra vez su amor al cine. Un tipo de cine distinto, especial, ambicioso en las formas y en el fondo, apegado a la realidad, un cine de sentimientos. Un tipo de cine que cada vez va a tener menos salas donde mostrarse y que, en algunos casos, dada su casi inexistente presencia en los canales de televisión, tristemente, va a quedar restringido a los festivales como el nuestro.

Pero, además, parece que Alta Films va a deshacerse de algunas películas que se había comprometido a distribuir en España. Títulos de primer nivel en lo que a cine de autor se refiere. Así, pues, se agranda la tragedia para los aficionados al cine de autor. Un mercado en el que, junto a Alta Films, resisten otros “héroes del momento”, como Golem, Vértigo Films o Wanda Films, entre otros, también buenos aliados de SEMINCI a los que animamos a perseverar en su actividad.

Hace ya muchos años que los representantes de todas las distribuidoras citadas, en un acto para medios de comunicación, anunciaron que su trabajo de distribución de cine de autor europeo y español estaba en peligro. Contaron ya hace muchos años que las cuentas empezaban a no salir ya que la inversión hecha con la importación de películas solo la cubrían si a las recaudaciones de las taquillas se unía el pago de los derechos por emisión de los canales de televisión. Denunciaron que las televisiones (entre ellas TVE), en una pugna salvaje por las audiencias, programaban cada vez mas películas comerciales (básicamente norteamericanas) y empezaban a no comprar cine europeo.

Pasados bastantes años, la situación, lejos de mejorar, ha empeorado. Es muy difícil ver cine de autor reciente en los canales de televisión españoles. Si estos no compran las películas de los distribuidores independientes, si (como afirma González Macho) bajan las ventas de las películas en DVD a causa de la piratería y si se desploman los taquillajes por la subida de los precios de las entradas, sobre todo por el brutal incremento del IVA al 21%, la situación no puede ser otra que  de inquietud y alarma. Sentimientos unidos a la pena, tristeza y rabia que nos produce la situación concreta de los amigos de Alta Films.

Es tiempo de ánimos, de destacar lo mucho que les debemos y  nuestro agradecimiento más sincero.

sábado, 6 de abril de 2013

Bigas Luna, el artista completo

Todavía perturbado por la muerte del amigo Bigas (¡qué callados se tenía sus males!) tengo, a bote pronto, dos recuerdos: uno más lejano, que es cuando de verdad le conocí, y otro más reciente, que fue su último viaje a Valladolid para hacer de “padrino” de la 56 edición de la Seminci.

Le empecé a conocer bien cuando, siendo yo director de la revista Cinemanía, en abril de 2000, pasé un día entero en su preciosa casa de piedra, El Virgili, en Tarragona, con el Mediterráneo al fondo.

Aquella era casa-estudio-taller y lugar de encuentros lúdico-artísticos. Allí (revolviendo en los altillos del salón-estudio y con su perro “Pirata” que no dejaba de revolotear), descubrí el artista completo que era Bigas: diseñador de muebles de éxito en los 60, fotógrafo, pintor, grabadista, incansable creador de haikus y, claro, realizador de cine y montador escénico (aún recuerdo el imponente montaje de las Comedias Bárbaras, de Valle Inclán en una nave industrial abandonada de Sagunto).

Pero a dos pasos de su casa había algo que era su auténtico descubrimiento de madurez: su gran jardín ecológico, diseñado por él, que mostraba con orgullo indisimulado. A los lados había varios burros y pollinos, que vivían despreocupados, seguros de haber encontrado el mejor “amo”.

Comimos con el aceite de sus olivos, prensado por él, y bebimos de un más que notable vino de sus viñas. En ese hábitat se sentía Bigas pegado a la tierra, con el aroma del mar cerca. Él, que era tan moderno en la Cataluña de los 70 y los 80, que abrió brecha con un cine diferente, con riesgos y provocación. A él, que se fue a rodar a Los Ángeles cuando ningún director español se atrevía (y rodó muy meritorias e inquietantes películas, como Reborn y Anguish), lo que le iba es estar cerca tocar-oler-trabajar la tierra.

Y esa pasión tambien la llevó al cine con la trilogía que él mismo denominó “Ibérica” (Jamón, jamón, Huevos de oro y La teta y la Luna), y que fue, acaso contraparte de su carrera, la más terrenal, la más alejada del cine moderno, transgresor que hizo con Tatuaje, Bilbao y Caniche en los años 70, y que tanto gustaba a los cinéfilos más rigurosos.

Mañana fría de octubre de 2011. Es domingo. Bigas se tiene que ir a Barcelona. Antes me pide pasear por los alrededores del Pisuerga, que ha visto desde el coche. Paseamos hablando de proyectos. Cuando ve la Cúpula del Milenio dice: “Vamos a trabajar para traer aquí un espectáculo de Cabaret (como el que tenía montado en El Plata, en Zaragoza), que quiero pasear por toda España. ¿Crees que nos dejarán hacerlo?”. Le mandé los planos y esperé. La crisis impidió su “aventura vallisoletana”.

Adeu, amic Bigas. Sabes que t´estimu!

lunes, 1 de abril de 2013

Estás en el blog oficial del director de la Semana Internacional de Cine de Valladolid, Javier Angulo, que estrenaremos en septiembre de este año, 2013, a punto de comenzar la 58ª edición del festival.

Estamos en pleno período de cambio de esta plataforma: esperamos que sepas disculpar el desbarajuste de los próximos días.